martes, 12 de julio de 2011

Noticias

Hola de nuevo a todas y todos!

Sentimos no haber dado señales de vida hasta este momento. Hemos estado bastante liadas con los examenes finales, estudiando y dandolo todo, haha. De verdad que lo sentimos.

En realidad, tenemos noticias acerca de la historia "Aunque no te pueda ver". El caso es que hace poquito que terminamos de escribirla y completarla (wiiii), pero justamente cuando buscaba en mi PC el documento de Word en el que la historia se quedo, no lo encontre. No tengo ni la menor idea de donde narices se puede encontrar desde hace un par de meses. Lo he estado buscando como una posesa, y la mala noticia es que solo habia una copia de la historia, y no habia copia de seguridad... T.T Asi que, aun seguimos buscandola. Es probable que las personas que hayan entrado en mi ordenador (mis padres, o alguna amiga) hayan podido borrarlo sin querer y no decirme nada. No se... Y de verdad sentimos esto. Yo estaba por darme cabezazos contra la pared cuando me entere, hara un par de semanas. Asi que, hasta nuevo aviso, la historia queda cancelada (no estamos de humor para volver a reescribirla de nuevo)

Pero traemos buenas noticias- no todo en la vida es malo- y, a pesar de haber perdido una historia, hemos tenido una idea para otra hasta recuperar Aunque no te pueda ver. Os explico.

No se si alguno de vosotros esta familiarizado con el concepto de Love Is Louder, pero en el caso de que no lo esteis, os lo explicamos ahora mismo: Love Is Louder es una especie de organizacion cuya frase es Love is louder than... y añades la frase. Bueno, algunas estrellas famosas han estado participando en esto, como Brittany Snow, Victoria Justice, AnnaSophia Robb, Miley Cyrus y Demi Lovato. (Mas informacion o fotos aqui). La frase que todas ellas se han escrito en las palmas de las manos es "Love is louder than the pressure to be perfect" (El amor es mas fuerte que la presion de ser perfecta). Y pensamos que esa frase era bastante buena para basar nuestra historia. Y es que muchas veces las personas se pueden sentir por debajo de la media respecto a las cosas que se dicen de ellas, o los comentarios que se hacen sobre ellas.  Que os parece? Os gusta? Es por continuar. Si no, pensaremos en otras. De momento, pondremos una pequeña sipnosis en la siguiente entrada ahora mismito, okey? Ahi podeis poner vuestros comentarios y opiniones, y si quereis que continuemos con la historia.

Creo que esas eran todas las noticias. Si quereis que continuemos con la nueva historia, tardaremos un poquito en subir los primeros capitulos, dado que ninguna de nosotras esta en casa (estamos muy lejos). Ahora mismo yo estoy en USA (uuuuhhh) disfrutando de unas increibles vacaciones, y Rose esta de viaje por toda Europa. Asi que, hasta principios de agosto, puede que no publiquemos...

Esperemos que os haya gustado nuestra nueva idea. Sentimos mucho lo que ha pasado, y no aparecer hasta ahora. No nos odieis.

Bss, y feliz verano.

Savannah

domingo, 23 de enero de 2011

Capitulo 3

- O sea... - la voz de Rose era confusa, intentando asimilar lo que su madre le estaba contando.- Lo que me estás intentando decir es que hoy vamos a conocer al hombre con el que vamos a vivir los próximos años, y su hijo, el cual es... ¿un delincuente?

- Bueno... – aceptó la madre- algo parecido.

- ¡Mamá!- exclamó Rose, haciendo que la atención de la madre volviera de nuevo a ella.- Lo que te estoy intentando decir no es eso. Sino que deberías habérmelo dicho antes. Ni siquiera sé cómo es él, o si te trata bien. O si le quieres...

- Sí, le quiero. Al igual que él a mí.- Rose sonrió.

- Eso es bueno. ¿Cómo es?- la preguntó con interés. La madre suspiró, enamorada.

- Es alto, bastante alto; moreno, amable, generoso... – la madre se quedó sin palabras.

- ¿Y dónde vamos ahora?- investigó Rose, alisándose el vestido lila de seda que le había comprado su madre para esta ocasión.

- A un restaurante.- contestó ella, mirando un par de segundos a su hija, y después devolviendo la concentración a la carretera.- Es uno de los mejores.

- ¿Hemos ido antes?- su madre se pensó la respuesta un par de segundos.

- Creo que fuimos una vez cuando tenías 10 años. No estoy muy segura.- se interrumpió ella misma.- ¡Llegamos!

Samantha ayudó a bajar a Rose del coche.

Cuando entraron en el restaurante, un olor a diversos platos de comida inundó el olfato de Rose, causándola un pequeño rugido de tripas. Mientras, Samantha, la conducía donde estaba su enamorado y los hijos de éste para presentarles.

John, que era el que estaba más atento y el que se había dado cuenta de que ya habían llegado, dio un pequeño codazo a sus hijos, y se levantó para saludar a las recién llegadas. Se acercó a Samantha y depositó un suave beso en sus labios, dejándola por un momento sorprendida.

- Rose, cariño, quiero presentarte a John.- el hombre le tendió la mano.

- Mucho gusto. Tu madre ha hablado maravillosamente de ti.- Rose se la tomó.

- El gusto es mío, señor.

- Me gustaría presentarte a mis hijos, también. Chicos.- les llamó, haciendo que inmediatamente los dos chicos, uno más mayor que el otro, pegaran un brinco en el asiento. El de más edad se quedó boquiabierto. Era ella.

- ¿Rose?- inquirió con una voz algo más aguda, intentándose cerciorar que era ella la que se encontraba a más o menos un metro de distancia. Ella abrió los ojos. Reconocía aquella voz. Era...

- ¿Keellan? ¿Eres tú?- adivinó, tapándose con una mano la boca. Eso le provocó una pequeña sonrisa a él.

- Bueno... – comentó sorprendido el padre.- Veo que os conocéis. Mi otro hijo se llama Jace.

Jace, de tan solo 7 años, no esperó a que ella le ofreciera la mano, sino que saltó a sus brazos.

- ¡Jace!- le reprochó su padre.- ¡No seas tan efusivo!- el pequeño Jace hizo un puchero.

- Lo siento, papá.- y volvió a ocupar el lugar donde estaba al principio.

- Será mejor que comamos antes de que me muera de hambre.- comentó Keellan, sin apartar la vista de Rose.




Rose estaba paseándose de lado a lado del buffet. Tenía hambre, pero dado que no sabía dónde podrían estar sus platos preferidos, tenía que guiarse por el olor. Y cuando miles de olores se cuelan por los orificios de tu nariz... bueno... lo mínimo que puede hacer es liarte aún más. No sabía dónde se encontraba el olor a macarrones, o el queso fundido que provenía de algún lugar de la cocina. O los champiñones guisados. O incluso las patatas fritas. El único olor del que podía distinguir su posición era el kiwi. Suspiró. Después de todo la comida de los restaurantes no es que estuviera muy allá.

- ¿Preguntándote que plato coger?- inquirió una voz grave a sus espaldas. No le hizo falta darse la vuelta para reconocer la voz de Keellan.

- Si al menos pudiera ver la comida... O al menos clasificarla. – resopló ella, haciendo una mueca.

- Veamos... - oyó su voz mucho más cerca de su oído.- ¿Prefieres pato a la naranja o macarrones gratinados con un salteado de champiñón?- preguntó.

- Creo que me decanto por los macarrones.- contestó ella con nerviosismo. Nunca había tenido a un chico tan cerca de su cara. Ni de sus labios. Keellan rió.

- Me lo imaginaba.- tomó el plato que ella tenía en sus manos y echó una ración en él.- Y... ¡voilà! Ya puedes degustar la comida tranquilamente.

- Gracias. – pero no se movió del sitio. Keellan, dándose cuenta de esto último, la miró de nuevo, y la descubrió mordiéndose el labio inferior y mirando con disimulo de un lado a otro de la habitación.

- ¿Qué pasa?- cuestionó él.

- Es que... bueno... no sé dónde está nuestra mesa... – contestó ella.

- Vale. Esto... Te acompaño cuando me haya cogido mi comida, ¿vale?- ella asintió, más tranquila.

- Y... ¿qué... qué te ha parecido lo de... tu padre y... mi madre?- preguntó ella. Keellan se encogió de hombros.

- Psé. Ni me va ni me viene. Mientras mi padre me deje mi espacio vital, me importa lo más mínimo con quién se junte. A menos que sea la novia de Frankenstein.- ella sonrió.

- Bueno... mi madre no es ese monstruo.- bromeó ella, provocando que una risa jocosa saliera de la boca de él.

- No... ya lo veo. ¿Y a ti?

- Bien. Mientras ella sea feliz... – hizo un pequeño silencio.- Ella ha sufrido mucho con la muerte de papá.

Keellan no supo qué responder ante aquella frase. Se quedó pensando en qué decir, pero nada útil y no carente de sentido le vino a la cabeza.

Mientras pensaba en qué decir, o en algo que pudiera aliviar la tensión que había comenzado a producirse entre ellos, vio una figura demasiado familiar.

- Espera un momento aquí. No te muevas.- le advirtió.

Rose no supo por qué de repente él se había puesto tan tenso, pero, al oír el tono de voz de su advertencia, hizo caso y se quedó de pie con su plato de macarrones.

Keellan prácticamente corrió hasta donde se encontraba aquella persona, ahora sonriente por haberle encontrado.

- Ian.- murmuró él. Arg. Ese tío cada vez le ponía peor. Primero porque se había tomado peor de lo que pensaba el que Keellan se acostase con su hermana Daphne, y, segundo, porque era un maldito pelota e hipócrita. Claro, que en cuestión de fiestas y alcohol era el mejor. - ¿Qué cojones haces aquí?- preguntó entre dientes, viendo como cada vez la sonrisa del otro muchacho se ensanchaba más y más.

- Ya ves. Una simple visita.- contestó, encogiéndose de hombros.- He oído que estabas aquí cenando con tu futura “madre” y “hermana”. - comentó, echando un vistazo dentro del establecimiento. Keellan se interpuso entre la pared cristalina e Ian.

- ¿Quién te ha contado esa idiotez?- inquirió, intentándoselo quitar de encima. Ian no es que fuera el más listo del instituto…

- Mi hermanita. Al parecer, tu padre y el mío hablan a menudo, y en las comidas familiares se les escapan demasiados detalles.- sus labios formaron una gran sonrisa ladina.

- Bueno, sí. Es cierto. ¿Y qué? ¿A qué vienes a meter tus narices?- preguntó Keellan, harto y enfadado.

Ian caminó un par de pasos hasta ver a la chica que de ahora en adelante iba a ser la hermana de “su mejor amigo”. La verdad es que no estaba para nada mal: pelo largo, ondulado y oscuro; delgada y ojos claros. Nada mal. Parecía estar esperando a su “hermanito”. Eso provocó que Ian sonriera todavía más, si es que eso era posible.

- Tranquilo, Kell. Somos amigos. Y los amigos pueden tirarse a las hermanas de otros amigos. Y… dado que tú ya lo hiciste con la mía, creo que ahora es mi turno.





Muy buenas a tod@s!!! Primero y ante todo, sentimos no haber podido publicar antes, pero con la vuelta al insti y los deberes, ejercicios, etc. no habíamos tenido mucho tiempo. Respecto al relato corto de la ganadora, vamos a empezarlo cuanto antes, al igual que intentaremos comenzar lo antes posible a hacer los premios. Para las personas que se estén preguntando el tema que Nef ha elegido, os lo diremos: Cazadores de Sombras. xD 

Os dejamos el capitulo 3! Esperemos que os guste. No olvidéis decirnos qué os ha parecido =D

XoXo

domingo, 16 de enero de 2011

Ganadores!!!!!!

Hola a tod@s!!! Esperemos que estéis todos muy bien con la entrada del año! 

Esta entrada solo era para anunciar a los ganadores del concurso de Relatos Cortos de Navidad!
Aquí os los dejamos:


- En 1º lugar, con nada mas y nada menos que 75 puntitos, Neferett y su historia "Maya's Wonderland"! Felicidades Nef!!!

- En 2º lugar, con una puntuación también muy buena (65 puntos), es Nesbell Lane, y su relato "La Noche Mágica". Muchas felicidades a ti tambien!!!

- En 3º lugar, con 38 puntitos, Scarlett Baciotti. Congratulations!!!

- En 4º lugar, con 24 puntos, Any y su relato "Diferente". Felicidades!!

- En 5º lugar, con 23 puntos (un punto menos xD), Risa-Valentine y su historia "Regreso En Navidad". Felicidades!!

- Y por último, el 6º puesto se lo lleva Karla!!! 



Intentaremos comenzar a hacer los premios y los diplomas lo antes que podamos. 

Muchas gracias a todos los que han participado en el Concurso. No os desaniméis, ya habrá más oportunidades de ganar en otro momento!!! (Haremos más concursos a lo largo de este año!!) 

Nef, comenzaremos con tu historieta lo antes posible. xD 

XoXo

viernes, 7 de enero de 2011

Concurso de Relatos Cortos!!! (Relatos)

Hola! Volvemos de nuevo, un día después de reyes. En esta entrada colgaremos todos los relatos de todos los concursantes que nos lo enviaron. Todos son geniales!!! Pero, he aquí la parte más difícil: las votaciones. Pondremos ahora un cuestionario a la derecha, donde cada persona podrá votar su relato favorito. Mucha suerte a todos los participantes. (Para poder leer los relatos, pinchad sobre el nombre del concursante, después seleccionar una de las formas de descarga y ya está!!) 


1º Relato: Blanca



4º Relato: Diferente (Any)


6º Relato: África Navarro

7º Relato: Karla


9º Relato: Ángeles (Julix111)

10º Relato: Scarlett Baciotti

11º Relato: Emma






Muchísimas gracias a todas las participantes!! De verdad!!!!! Las votaciones durarán hasta el día 15 de este mes (las hemos alargado un poquito) Podéis comenzar a votar en 3.... 2..... 1.... ¡¡¡¡YA!!!! (Los Relatos son propiedad de las personas que los han escrito, así que no los plagiéis)

XoXo



lunes, 3 de enero de 2011

Capitulo 2

Al fin Keellan encontró a la desconocida. Fue acercándose a pedirla perdón, hasta que la vio dándose la vuelta sin ninguna golosina, chocándose de nuevo con él.

- Lo siento.- volvió a decir ella.

- No te preocupes. Esto... – Keellan se frotó el pelo con nerviosismo. Sí, era la primera vez que pedía perdón a alguien. No estaba en su temperamento disculparse con la gente, la cual era demasiada, a la que insultaba.- Siento haberte dicho eso antes. 

Rose enfocó la mirada en la cara de Keellan, e, inesperadamente, le sonrió.

- Tranquilo. No pasa nada.- cuando él vio que se marchaba con las manos vacías, frunció el ceño.

- ¿Ibas a coger algo de la máquina?- ella se volvió. Hizo una mueca con los labios.

- Iba. Pero al parecer creo que han cambiado de lugar los sándwiches. Así que me temo que la señora Grahamm se va a quedar sin su aperitivo de la tarde.- comentó con pesadez.

- ¿Cómo...? ¿Es que no ves dónde están las cosas?- preguntó él, señalando a unas golosinas colocadas dentro de la máquina.- Los sándwiches están justo arriba del todo... – entonces cayó. Las pupilas dilatadas, el no verle cuando se chocó con él, que no sacara nada de la máquina expendedora... Ella era ciega.

- ¿Te importaría sacar la comida de ahí por mí?- preguntó Rose, con una tímida sonrisa. Él, boquiabierto aún, cogió él dinero que ella tenía en la mano, y lo metió en el hueco que ponía “INSERTE SUS MONEDAS AQUÍ”- Por cierto, me llamo Rose.

- Keellan.- se limitó a decir él como respuesta.- ¿De qué tipo de sándwich quieres que te de?

- Mixto.

Se produjo un largo silencio, algo incómodo, entre ambos. Keellan se reprendía mentalmente por haberla tratado así cuando ella era ciega. Es decir... si lo hubiera sabido antes no hubiera sido así de rudo con ella. Al menos se habría disculpado.

Mientras tanto ella se preguntaba si era uno de esos chicos a los que les obligan a asistir a la fuerza a trabajos para la comunidad. En los dos últimos años había oído que varios adolescentes problemáticos habían sido obligados a ayudar a los ancianos, limpiar las calles...

- ¿Y desde cuánto hace que no puedes... ya sabes?- interrogó Keellan, sorprendiéndola por unos momentos. Ella carraspeó.

- Eres un poco curioso, ¿no?- pero, de todas formas, le respondió.- Hace unos tres o cuatro años tuve un accidente de coche. Mi padre resultó gravemente herido, y yo... bueno, tuve varios cortes en la cara, brazos y piernas. La otra persona iba borracha, y colocada, no nos vio y... pum. Tres días después mi padre empeoró, y como yo estaba en el otro lado de la habitación recuperándome, los médicos dijeron que no pasaba nada si yo me quedaba mientras le hacían unas pruebas con una luz muy potente. Me advirtieron que no mirara, pero al oír a mi padre chillar, no pude evitarlo. La luz a la que nos expusieron era demasiado fuerte, y me produjo graves lesiones en la retina, dejándome ciega. La última visión que tuve fue una línea roja horizontal en el monitor cardiaco que había cerca de la cama de mi padre.- Rose respiró fuertemente.- Había muerto.

- Lo siento mucho. – dijo él, cabizbajo y culpable por haber sacado el tema.- Vaya mierda de vida... – añadió en voz baja.

- No lo creas.- contradijo ella, con una sonrisa.- El estar así hace que te des cuenta de todas las cosas de desaprovechaste cuando eras más joven, y valorar más las que tienes ahora.- eso le hizo sonreír.- ¿Y tú que haces aquí?- preguntó ella. Keellan frunció el ceño.- No es que no puedas estar aquí... – se apresuró ella a contestar.- Sino que mucha gente no viene aquí por placer.

- Es que me peleé con un chaval.- contestó, encogiéndose de hombros.- Y le di una paliza.

Ella se estremeció. O sea, que él era uno de esos matones que normalmente hay en los institutos, a los cuales si no les das la comida, te pegan y te tiran a la basura. La verdad no se esperaba eso; en un principio le había resultado amable, aunque no le pudiera ver.




Samantha, la madre de Rose, caminaba dando tumbos de un lado a otro de la habitación.

- Algún día tendrás que decírselo, cariño.- le previno John, su actual novio. Él la amaba, se le notaba en la cara, en el brillo de los ojos cada vez que hablaba con ella, en la anchura de su sonrisa cada vez que hablaba con ella, en los pensamientos que le conducían a quedarse al lado de esa mujer para siempre. Y, ahora mismo, estaban teniendo una muuy pequeña discusión. ¿Sobre qué? Su hija.

- Entiéndelo, John, no puedo hacerla esto. Perdió a su padre hace 3 años. Aún está recuperándose.

- Y tu perdiste a tu marido.- argumentó él.- Has sufrido lo mismo o más que ella. Y cuanto más tardemos en contárselo, más se enfadará.

- Lo sé. Pero no quiero que nuestra relación se termine por esto... – musitó Samantha, aletargada. John se acercó y la depositó un tierno y suave beso en los labios.

- Ella lo comprenderá. Por lo que me has estado hablando de ella, parece una muchacha muy dulce y amable, que quiere una barbaridad a su madre. Y sobre todo, quiere que ella sea feliz.

- ¿Y si se toma mal la proposición de vivir juntos?- inquirió ella, alzando la mirada, encontrándose con unos ojos miel grandes y rasgados. John fue intentó responder, pero ella continuó exponiendo su frase.- ¡Tienes un hijo! ¡De su edad! ¡De la edad de mi pequeña! Y ambos sabemos que no ha estado en casa durante una temporada... ¿Cómo se lo tomará ella?

John, dulcemente con sus manos, tomó la cara de Samantha, secó unas cuantas lágrimas que comenzaban a emanar de los ojos de la mujer, y beso su frente. Después, habló lo más tierno que le permitía el corazón:

- Mi querida Samantha, te juro que mi hijo no hará nada. Tarde o temprano tendremos que decírselo. Estamos enamorados. No es un delito. Rosemarie lo entenderá a la perfección. Confía en ella y en mí. Hazlo.

Samantha, perdida en el mar de color miel que había en sus ojos asintió.

- Entonces esta noche quedaremos para conocernos en el restaurante de siempre, ¿no?

- Por supuesto.- ambos sonrieron, aliviados. Y Samantha fue a buscar a su hija para prepararla para la cena de esta noche.




- Entonces... - prosiguió Keellan, interrogándola.- ¿Das clases de canto?

- ¡Oh, no!- exclamó ella, negando rápidamente.- Nunca he ido a algo así.

- ¿Y cómo es posible que tengas una voz tan... - ¿hermosa, cautivadora, igual a las sirenas de la Odisea de Homero, o incluso mejor que ellas?- natural? - se limitó a decir, dejando todos los adjetivos que habían acudido a su cabeza... en su mente. Rose se encogió de hombros.

- Siempre me gustó el arte. Desde muy pequeña comencé a cantar las canciones de las películas que veía... y a dibujar paisajes. Era reconfortante.- suspiró.- Tu turno.- animó ella con una sonrisa.

- Yo... A mí no me van ese tipo de cosas.- contestó, pasándose una mano por el cabello, nervioso.

- Pero algo debe haber que te tiene que gustar.- replicó ella.

- Bueno... sí. De pequeño me gustaba que me leyesen cuentos con un final feliz.- sonrió recordando cómo cada noche, su madre iba, se sentaba al borde de la cama, cogía un cuento que había en un pequeño cajón de la mesilla de noche, y se lo leía con esmero y amor. – Y... ahora no tengo muchos hobbies, la verdad. Estuve internado en un centro de menores durante un año. Allí lo único que hacía era ver viejos episodios de Friends que echaban en un canal que ni tan siquiera conocía, y por la noche, el director nos daba una charla sobre las consecuencias que tienen dejar inconsciente a un chaval, y después huir.- ella frunció el ceño.

- Eso no es muy bueno y divertido, que digamos.- murmuró en voz queda. Él se encogió de hombros.

- Ya, bueno, allí tampoco es que nos trataran como príncipes.- repuso incómodo. Ella intentó cambiar de tema ante el tono de voz que Keellan había usado. Se notaba que no quería hablar de eso.

- ¿Y qué cuentos te contaban cuando eras un niño?- pero la respuesta de Keellan fue sustituida por la voz de la señora Grahamm.

- Rosemarie, cielo, tu madre te espera a la puerta. Dice que tiene que hablar contigo sobre algo, y que te des un poco de prisa. Es urgente.

Rose asintió, y, con una sonrisa y un “Nos volveremos a ver” se despidió de Keellan, aún con la respuesta en los labios. 



Aquí os traemos el Capitulo 2. Sentimos no haber podido publicar antes, pero Rose se fue a su pueblo y yo estuve la mayor parte del tiempo con mi familia xD Perdonadnos. 

Primero quería decir que alargamos un poquito el Concurso de Relatos Cortos de Navidad, por si alguien se animaba a participar. Terminará el 6 de Enero a las 00:00 (Hora española) 

Lo segundo que queríamos decir es muchísimas gracias a todas las personas que comentaron en el capítulo anterior, o en cualquier entrada de este blog. =)  Además, no nos podemos creer que hayamos llegado a los 108 seguidores. Es un sueño!!!

Y, por último, os deseamos a tod@s, tanto l@s que nos siguen en blogger como l@s que no, un muy Feliz año y 2011!! 

Esperemos que os guste el capitulo.

XoXo